MIPTV se despide de Cannes con una nota de optimismo
MIPTV aguantó nada más y nada menos que 61º ediciones en Cannes. La de este año fue la última. A partir de 2025 el mercado se celebrará en Londres, mientras que MIPCOM se queda en Cannes. El stand de Europa Creativa MEDIA en MIPTV es/era uno de mis preferidos, por su ubicación y un diseño muy cómodo, con acceso a unas terrazas espectaculares. Para nuestra alegría, el stand, a pesar de ser muy grande, estaba siempre lleno durante el mercado, lo cual parece ser una buena señal en cuanto al estado de salud de la producción y la distribución independiente. Ofrecíamos un programa de entrevistas y conferencias interesantes, especialmente para los newcomers, pero también para profesionales con más experiencia. Hay que reconocer que los compañeros/as de Media Stands hacen un gran trabajo y se ocupan muy bien de sus participantes.
Fui a mi primer MIPTV en 1990, todavía siendo agente de ventas internacionales. Media Stands ya existía, pero se llamaba Euro Aim. En el fondo, se trataba de lo mismo: ofrecer una plataforma a las empresas independientes europeas, para que puedan conocerse en condiciones y establecer relaciones fructíferas de larga duración. Para mí, MIPTV siempre fue una experiencia positiva, un lugar donde aprender y conocer a gente nueva, así como cuidar las relaciones importantes. Si no fuera por el paraguas de Media Stands, no creo que hubiera sido así de fácil y de agradable. Pero tampoco hay que olvidar el excelente trabajo de Reed Midem, ahora llamado RX, que son los organizadores de MIPTV y MIPCOM. Son unos auténticos 'cracks' a la hora de gestionar mercados de alta complejidad, y les deseamos mucha suerte en Londres.
Fueron casi cuatro mil los registrados en este MIPTV. Lo que es poco para Cannes, sigue siendo mucho comparado con la mayoría de mercados en otros países europeos. Lo sorprendente para mí fue el optimismo en las conferencias y en las reuniones. Mucha gente está de acuerdo que el Mercado (con mayúscula, más allá del MIPTV) está pasando por una transición muy compleja que ofrece múltiples retos. La distribución no se recupera, entre otras cosas por la economía general que anda coja. Los tipos de interés no solamente afectan a los consumidores, sino también a la financiación de contenidos audiovisuales y a su venta. El dinero escasea. Hay un proceso continuo de consolidación, o sea un mercado de compraventa de empresas cada vez más activo. Para muchas compañías o grupos resulta imprescindible estar activo en todo el triángulo de nuestra industria a la vez: desarrollo, producción y distribución. Se trata de optimizar el valor de las IPs (sea cual sea la pujanza momentánea del mercado) y de reducir pagos a intermediarios. En el ámbito del streaming, hay un crecimiento en cuanto a los suscriptores. Resulta que el AVoD (Ad Supported Video On Demand, video bajo demanda con publicidad) está pisando los talones al SVoD (vídeo a la carta por suscripción, sin publicidad), mientras que las cadenas FAST (Free Ad Supported TV, aplicaciones gratuitas de TV con publicidad) no despegan del todo como se esperaba. En cambio, el TVoD (Transactional Video on Demand) -en el que el usuario paga mediante una transferencia solo por el contenido que quiere ver- se mantiene estable, y supone, cada vez más, una alternativa a la exhibición en salas, aunque los ingresos no están a la altura de la tradicional venta de entradas de cine, que va menguando especialmente en el segmento de nuestro cine independiente europeo. Si a alguien todo esto le parece confuso, le invito a ver los informes del Observatorio Europeo del Audiovisual sobre estas cuestiones, accesibles en la sección Informes de nuestra web.
Con tanta confusión, lo difícil es sacar conclusiones. Yo creo que la transición antes mencionada solamente acaba de comenzar y nos va a traer cambios buenos, pero también un aumento de presión sobre las PYMES de nuestro sector. Estamos ante una fragmentación de pantallas y audiencias como nunca se ha visto. Esto dificulta enormemente dar visibilidad a las obras. En consecuencia, al público le cuesta descubrir nuestras creaciones. Tampoco ayuda que estemos operando en un entorno donde la sobreproducción se combina con la falta de inversión en distribución y promoción. Para combatir el peligro de no ser descubierto, uno necesita que una distribuidora internacional se ocupe de destacar su película o serie sobre el resto. Pero el número de distribuidoras internacionales es limitado, y cada una de ellas solamente puede llevar unos pocos títulos nuevos al año. Cuando se pregunta en los mercados en qué proyectos se fijan las cadenas de televisión, que también producen, y las distribuidoras internacionales, a menudo la respuesta es “contenido de bajo riesgo, idealmente basado en una IP previa y/o hechos reales”. Otro factor que parece contribuir al posible éxito de un contenido es que tenga potencial de convertirse en una marca, o bien por los personajes o por el tipo de historia.
La historia reciente, tanto del cine como de la televisión está llena de ejemplos de contenidos originales que se han convertido en marcas con mucho pulmón. Quizás ésta puede ser una ruta interesante a estudiar, como lo parece ser también el creciente mercado de los remakes. Especialmente en Europa, la vía del remake parece ser prometedora, a veces bastante más que la venta de películas y/o de series originales. Quizás por eso el Marché du Film del Festival de Cannes organiza este año un foro de remakes. Esperemos que España participe de lleno en él, porque sin duda alguna muchas de nuestras creaciones podrían renacer en otro lugar, con estrellas autóctonas como ganchos, para romper con la maldición de la invisibilidad. Lo que está claro es que el público sabe distinguir entre una buena y una mala historia. La creatividad sigue siendo la clave del éxito, pero no la única. A mi parecer, el futuro está en las manos de los profesionales y las empresas que son capaces de abarcar estos múltiples retos, de manera simultánea. Hay que tener acceso a la creatividad, a los recursos de financiación y a la distribución, todo a la vez. Esta necesidad crecerá en la medida que se vaya complicando el panorama global. La situación geopolítica crispada presiona sobre la economía y las arcas públicas de los países. De momento, disponemos de subvenciones que nos ayudan mucho a la hora de seguir trabajando, pero no queremos depender excesivamente de ellas. El dinero privado está allí, pero no es fácil acceder a él. Para equilibrar el balance entre lo público y lo privado, la profesionalización y la internacionalización son factores importantes.
En el último día del MIPTV e incluso en la Terminal 1 de Niza se respiró un cierto alivio. El mercado está vivo, hay tracción, hay negocio. Al mismo tiempo, se notó cierto nerviosismo. Si queremos seguir y tener larga vida en esto, hay que remar mucho y en algunos casos será necesario reinventarse. Por nuestra parte, como MEDIA, seguiremos prestando estas muy necesarias Medidas Especiales para el Desarrollo de las Industrias Audiovisuales.
Hasta pronto y saludos cordiales,
Peter Andermatt
Director Oficina MEDIA España