Cuando la unión hace la fuerza
El dicho “La unión hace la fuerza” cubre un sentido más urgente en nuestra industria, cada vez más internacionalizada y presionada por cambios estructurales que retan a las habilidades de las empresas de adaptarse a los cambios. Si leemos con atención algunos informes recientemente publicados, podemos entender mejor el significado de todo aquello. Por orden de publicación, un informe de FILM I VÄST, presentado en el marco del Festival de Venecia, recomienda reflexionar sobre el reto de hacer películas más grandes, en términos de presupuesto, porque una serie de indicadores sugiere que existe una relación directa entre el tamaño de una película y su éxito en la taquilla y otras ventanas, entendiéndose que en el esfuerzo parte de los recursos se aplica en la promoción. La invitación a la reflexión se dirige no solamente a creadores y productores, sino también a diversos organismos de financiación pública. En el fondo, se trata de pensar más a lo grande y tratar de reunir más financiación para proyectos más grandes, y por ende más arriesgados. Otro informe, el Panorama Audiovisual Iberoamericano, publicado por EGEDA durante Iberseries Platino Industria, habla de los efectos del cambio estratégico de las plataformas internacionales, concretamente del ajuste que estamos viendo en términos de inversión en producción, que reta a las productoras en cuanto a su capacidad de aplicar mecanismos más diversificados para la financiación de sus obras. Uno de los autores del capítulo de la introducción al informe lo dijo claro durante la presentación: Si las plataformas invierten menos, las productoras están obligadas a incrementar su capacidad de coproducir internacionalmente, con el fin de mantener o incluso aumentar los presupuestos de sus obras. Es muy importante destacar que, aparentemente, desde la audiencia no hay una reducción de la demanda. El público está acostumbrado a una oferta amplia y diversificada de contenidos de alta calidad, y su hambre no está menguando. Si las plataformas reducen su inversión y producen menos contenido, es porque no les salen las cuentas. El hueco que produce dicha desinversión es, en realidad, una oportunidad para la producción independiente, siempre y cuando se tenga acceso a la financiación y al talento capaz de proponer un contenido de calidad. Lógicamente, las productoras necesitan la complicidad de otros players del sector para poder responder a la nueva demanda. Pienso que las televisiones públicas y privadas jugarán un papel fundamental en este escenario, pero también las agencias de ventas internacionales y las distribuidoras en general. La comprensión de las leyes de la oferta y la demanda será un factor determinante a la hora de cumplir con las exigencias del mercado. Los informes mencionados sugieren que aún cabe mejorar en este aspecto. El acceso a datos de audiencia es cada vez más fácil, lo que todavía falta es que sepamos analizar estos datos y llevar las conclusiones a nuestros procesos de desarrollo y creación de estrategias de marketing y distribución.
No es poco, lo que tenemos a nuestra disposición a la hora de aceptar estos retos. El Subprograma MEDIA de Europa Creativa sigue siendo diseñado para apoyar al codesarrollo y la coproducción, yo diría incluso ahora más que nunca, con mayor grado de cofinanciación, con más presupuesto, más alcance y, muy importante, con un nuevo instrumento financiero que es Media Invest, que supone acceso a inversiones de capital riesgo, como un complemento a las subvenciones públicas. La firma de los primeros dos acuerdos con fondos europeos, uno en Francia y otro en Luxemburgo, fue un hito durante el pasado Festival de San Sebastián, y se trata sólo del comienzo de una tendencia en auge. La Comisión Europea no se muestra tímida en cuanto a sus esfuerzos de dar más solidez a nuestra industria, prueba de la cual es la continuidad en su apuesta por el talento, mediante la convocatoria piloto Writing European. Durante el MIA Market en Roma, la presentación de la segunda edición del European Writers Club, fruto de dicha convocatoria, fue uno de los eventos más comentados. La creación de un espacio seguro e innovador, donde el mejor talento europeo se encuentra cara a cara con los compradores de los canales de televisión públicos, está dando sus frutos, y todo indica que la iniciativa tendrá una larga y próspera vida. España ya es parte del proyecto, con Agadic como socio del proyecto desde su inicio. SGAE también apostó por EWC desde un principio, y nuevos socios españoles se han unido al proyecto, como recientemente Filmax. Otros están considerando sumarse, y si lo hacen, España seguirá teniendo una puerta abierta a colaboraciones internacionales de primer nivel.
Por otro lado, pienso que algunos cambios y ampliaciones en otros programas públicos también merecen una mención, especialmente la inclusión de las series de televisión en el marco financiero tanto de Ibermedia como de Eurimages. Especialmente desde la perspectiva de España, este nuevo panorama abre nuevas posibilidades muy interesantes. Las agencias nacionales y regionales de financiación pública siguen siendo muy importantes y juegan un papel fundamental. Podemos ver cómo estos fondos públicos se complementan con incentivos fiscales cada vez más interesantes.
Con todo esto, ¿dónde está el problema? Si leemos las noticias, da la impresión de que muchas productoras están teniendo grandes dificultades a la hora de concebir y llevar a cabo sus proyectos. No es un espejismo, es un problema real. Hay una polarización en el ecosistema, en parte debido a los procesos de consolidación en distintos niveles. Dicho de manera simplificada, los grandes siguen creciendo y absorbiendo a los pequeños y medianos. Otros pequeños y medianos se organizan en redes, siendo uno de los ejemplos más recientes e interesantes el conglomerado europeo VUELTA GROUP, que de momento combina a cuatro sociedades complementarias de Italia, Francia, Alemania y Dinamarca. Para sobrevivir, hay que ser fuerte. Si una empresa es pequeña y por lo tanto débil y vulnerable, tiene que crecer de un modo u otro. La asociación con otras empresas es una manera muy interesante de crecer, sin tener que transformar drásticamente la estructura propia. Pero para ello, son necesarias varias cosas, ante todo una visión clara del futuro. Luego, el acceso a estos posibles socios europeos y de otros lugares. También, el saber hacerlo necesario. No hay cosa más preocupante que cuando se juntan elementos inútiles para complicarlo todo a lo grande en un contexto multiterritorial. Si alguien ha sufrido alguna vez una coproducción internacional malograda, sabe de qué tipo de pesadilla estoy hablando. La producción en sí ya es muy complicada. La coproducción internacional, un deporte de alto riesgo, valga el símil. Si queremos colaborar internacionalmente de una manera sostenible y sin sustos, tenemos que estar muy bien preparados, y nuestros socios internacionales también.
En España tenemos ya muchas empresas de producción y de distribución que son auténticos campeones a la hora de colaborar internacionalmente. Muchas de ellas son beneficiarias habituales de MEDIA y de otros fondos transnacionales. Podemos aprender de ellas, tenemos que inspirarnos en ellas y creer que es posible lograr dar el paso al ámbito del audiovisual internacional.
Las oficinas MEDIA podemos ayudar a entender mejor cómo funcionan los mecanismos de internacionalización. Estamos para ayudar a todas/os los/as que queréis seguir creando y distribuyendo contenidos audiovisuales en un mercado tan complejo como fascinante, en el que todo es posible, y donde la unión hace la fuerza.
Saludos cordiales,
Peter Andermatt
Director Oficina MEDIA España