Luces y sombras
Cuando apenas nos da la impresión de que vamos a salir de la sombra pandémica hacía la luz de la recuperación de la normalidad, nos aparece otro cisne negro, esta vez en forma de variante Putin. A continuación, se organiza un lío de los que entran en los libros de Historia como un capítulo triste y negro.
Nos faltan palabras para expresar nuestro estupor y nuestra indignación por lo que está pasando. Sea cual sea el fondo histórico, político y social que ha llevado a este desencuentro entre Rusia y Ucrania, y por extensión entre los bloques del Este y del Oeste, lo que no parece justificable es recurrir a la violencia y a la agresión militar salvaje. El mundo se merece algo mejor, algo más humano y civilizado. Ánimo a nuestras/os compañeras/os en Ucrania, incluso a quienes han tenido que cambiar sus cámaras por rifles, y que ahora tienen que vivir una auténtica pesadilla.
En la Cultura, las luces y las sombras tienen otra calidad. Desde las pinturas en las cuevas de Atapuerca hasta la fotografía cinematográfica de hoy en día, nos han servido como medio de expresión de nuestra mirada hacía la vida y las maravillas que encontramos en ella. Obviamente, sin luces no puede haber sombras, puesto que también hay personas y objetos a través de las cuales se pueden proyectar. En la industria audiovisual nos dedicamos a tratar de crear maravillas de todos los géneros, desde el drama romántico, pasando por la comedia, la tragedia, el suspense e incluso, el terror. Nuestros empeños, y con “nuestros” me refiero a todo el colectivo: artistas, productores, distribuidores, exhibidores, empresas e instituciones, no siempre acaban en maravilla, pero a veces ocurre, como sucede en el caso de la segunda película de Carla Simón, ALCARRÀS. Que haya ganado el Oso de Oro en la Berlinale es maravilloso. Pero sobre todo es merecido. Los que vimos la película en su estreno, en esa pantalla gigante y con el sonido Dolby, la vivimos intensamente hasta el final, cuando sentimos haber asistido a una proyección histórica de una película con mayúsculas. A mí personalmente me recuerda muchísimo a LAS UVAS DE LA IRA, adaptación de la novela de John Steinbeck dirigida por John Ford, pero versión Siglo XXI. O sea, que la humanidad no ha aprendido nada en cien años... Supongo que los estudiantes que analizarán la última joya de Carla llegarán de ahora en adelante a la misma conclusión, entre muchas otras. No voy a dar ningún spoiler, pero sí me gustaría subrayar que una de las distintas cualidades de ALCARRÀS reside en su fuerza de hacernos pensar, incluso de sentir que este mundo podría ser mejor. Dicho lo cual, en el caso de esta obra de cine, la maravilla ocurrió, gracias a todas y a todos los involucrados, a los que felicitamos desde las oficinas de MEDIA. No puedo no decirlo también: Nos enorgullece que MEDIA haya apoyado la película desde el principio, cuando aún estaba en desarrollo.
El día antes del estreno del largometraje de Carla Simón, tuve la suerte de ver la última película de Isaki Lacuesta, UN AÑO, UNA NOCHE, que también estaba en la Selección Oficial, y me gustó mucho. Es un buenísimo ejemplo de una película española moderna, honda, europea, arriesgada y sorprendente. El guion consigue tejer, alrededor del horrible atentado en la sala Bataclán de París, un relato conmovedor de una historia de amor singular y adorable, que se perturba, por decirlo suave, a raíz del horror vivido. Luces y sombras.
No voy a negar ni a maldecir a las sombras, y menos viviendo en España donde en verano sin sombra uno se derrite sobre el asfalto, pero prefiero quedarme con las luces. Ayer viví una mayor alegría en el marco de un taller que tuvimos con DEV - Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos. El caso real de una empresa que obtuvo la ayuda al desarrollo de videojuegos de MEDIA demostró, sin fisuras, la importancia de seguir pidiendo el apoyo de nuestro programa. Juan Raigada, Director creativo de la compañía aheartfulofgames fue muy generoso ilustrando cómo la ayuda MEDIA no solamente hizo posible el desarrollo de un videojuego concreto, IRONSKINS, sino también una auténtica transformación de la empresa en sí, que por decirlo en términos propios de la industria, pasó de un nivel al siguiente. Es un ejemplo a seguir, y necesitamos más casos españoles como éste. Lo podemos conseguir, si trabajamos juntos.
Ahora mismo tenemos varias convocatorias abiertas y muy pronto empieza una ronda de sesiones informativas dirigidas a los interesados. Es un primer paso, y os animamos desde aquí a empezar por ello. El siguiente paso sería poneros en contacto con la oficina MEDIA que os corresponda, y a partir de allí, quién sabe. Todo es posible.
Saludos cordiales,
Peter Andermatt
Director Oficina MEDIA España
